El proyecto de esta casa mediterránea, a petición explícita de sus propietarios, reside en combinar una arquitectura moderna con elementos recuperados y reciclados, en un contraste armonioso nuevo-antiguo.
La casa es una segunda residencia de bajo mantenimiento y fácil de vivir, hecha a la medida de sus propietarios. Un lugar al que escaparse buscando relax y tranquilidad en cualquier momento del año.
La colaboración entre los dueños y los arquitectos comenzó eligiendo el mejor terreno para construir la casa. Una parcela plana y elevada, con vistas lejanas al mar y junto a una zona verde.
La construcción se enfoca a los paisajes del bosque adyacente y del mar encontrando el mayor número de horas de luz natural. Todas las estancias principales de la casa –salón dormitorios, estudio, etc- tienen varias orientaciones, lo que les permite disfrutar de múltiples visiones y de las diferentes calidades de luz a lo largo del día.
Se accede a la casa a través de la antigua puerta de madera, recuperada por el propietario entre los restos de un almacén
En la planta baja conviven el salón-comedor con cocina y un estudio de pintura. El área del salón comedor es amplia y diáfana, sin una distribución determinada para que sus propietarios coloquen los muebles de la forma que quieran según la época del año o su estado de ánimo.
Casi todo el mobiliario se ha recuperado de almacenes o de otras viviendas, recuperando una nueva vida en esta casa. El estar se encuentra conectado con el aérea de cocina, una isla de hormigón prefabricado, con muebles de obra que separan los ambientes y permiten el almacenamiento.
El estudio de pintura es un espacio para aislarse y crear en paz y tranquilidad. La estancia se enfoca al jardín a través de una cristalera de hierro forjado para tener las mínimas distracciones para concentrarse y pintar.
En el piso superior se encuentran una habitación de invitados y la suite principal con vestidor y un estudio.
La suite es abierta y continua combinando en la misma sala baño y habitación, compartiendo espacio e iluminación. La habitación se conecta con un vestidor abierto con vistas al horizonte y un estudio para momentos de trabajo.
Las luces de Norte, Sur, Este y Oeste, con sus diferentes cualidades, se introducen en los diferentes espacios de la casa de forma especial.
Enriquecen cada uno de las estancias de la vivienda otorgándoles un carácter único.
SITUACIÓN:
CABRILS
AÑO:
2014
SUPERFÍCIE:
415 M2
ARQUITECTOS:
CRISTINA MORA + DAVID JIMENEZ
COLABORADORES:
ERIC HUYGEN + SANDRA BURCHARTZ
APAREJADOR:
JOAQUIN JUAREZ
CALCULO:
AG2 SLP
CONSTRUCTORA:
GRABI SL
FOTOGRAFIA:
SIMÓN GARCÍA -ARQFOTO-, DAVID JIMÉNEZ