En lo alto de la montaña, estas dos viviendas se presentan como esculturas arquitectónicas cuidadosamente esculpidas para dialogar con su entorno natural. Con un diseño contemporáneo y líneas puras, las viviendas se funden con el paisaje, ofreciendo vistas despejadas que se despliegan en todas direcciones.
El uso de materiales cálidos, como la piedra natural y la madera, aporta una textura orgánica que equilibra la geometría moderna del conjunto. La combinación de estos elementos crea una armonía visual que conecta cada espacio con el entorno, potenciando una experiencia de vida que respira calma y naturaleza.
Las zonas exteriores son el alma de estas viviendas. Terrazas amplias, pérgolas estilizadas y una piscina infinita invitan a disfrutar del aire libre y de las vistas privilegiadas. Estos espacios han sido concebidos no solo como áreas de tránsito, sino como extensiones del hogar, donde el tiempo se dilata y la naturaleza se convierte en parte de la vida cotidiana.
En el interior, el diseño sigue un enfoque minimalista y funcional, con espacios luminosos y abiertos que maximizan la conexión visual con el exterior. Las grandes superficies acristaladas no solo inundan de luz cada rincón, sino que también borran los límites entre dentro y fuera, reforzando la sensación de vivir en un mirador natural.
Este proyecto es una celebración de la relación entre la arquitectura y el paisaje, un lugar donde la esencia del entorno se convierte en el corazón de la experiencia de habitar
SITUACIÓN:
TORRELLES DE LLOBREGAT
ESTADO:
CONSTRUIDO
AÑO:
2024
SUPERFÍCIE:
260 M2
ARQUITECTOS:
CRISTINA MORA + DAVID JIMENEZ
COLABORADORES:
MARC MARIMÓN + NINO SCIUTO
APAREJADOR:
SERAFÍN ÁLVARO
CALCULO:
FRANCESC GORGAS
CONSTRUCTORA:
BIOCONSTRUCCIÓN S.L.
FOTOGRAFIA:
DAVID JIMÉNEZ